Las pequeñas y medianas empresas (Pymes) representan entre el 95 y 96 por ciento de las empresas que existen en todo el país, al mismo tiempo que contribuyen con el 47 por ciento del producto interno bruto (PIB) nacional que proviene de las empresas. Por esta razón, es importante que se mantenga abierto el flujo de capital para otorgarles créditos que les permitan seguir creciendo y expandir sus horizontes de expectativas.

También son una de las fuentes de empleo más importantes para el país, ya que generan alrededor de 70 mil empleos al año. El tamaño de las empresas se mide, de hecho, por el número de empleados que tienes, siendo empresas mico las que tienen entre uno y nueve empleados; pequeñas si tienen entre 10 y 49 empleados; medianas si cuentan entre 50 y 249 empleados, y grandes si tienen más de 250.

Por estas razones, es importante que el equipo entrante al Gobierno Federal no quite el dedo del renglón y no deje de lado los apoyos que ha venido ganando este sector. Del financiamiento pymes dependerá, en buena medida, que los negocios contribuyan a incrementar el PIB nacional y que siga creciendo el número de empresas que exportan sus productos, aprovechando los tratados internacionales que México ha firmado en materia de comercio exterior.

Al respecto, existen herramientas que pueden ayudar a los empresarios a conocer las necesidades del mercado global. Una de ellas es el programa de IQOM, de bajo costo, gracias al cual se puede consultar la información estadística de 45 países, con relación a las posibilidades que existen en cada uno de ellos para introducir productos de origen mexicano.

Por otra parte, son cerca de 1.7 millones las empresas que se han beneficiado de los programas de apoyo a proyectos e incubadoras de negocios, a través de las cuales se ha apoyado a los proyectos que cuentan con posibilidades de establecerse y crecer, pero que no contaban con los recursos necesarios para iniciarse o expandirse en la dirección que les interesaba.

Con medidas como ésas, los empresarios no dependían únicamente de los prestamos para negocios que otorga la banca comercial privada, sino que también podían contar con que las dependencias de gobierno las apoyarían, ya que, a fin de cuenta, para el gobierno representa una inversión que se ve reflejada en los ingresos que generan las Pymes, las cuales son, también, los principales contribuyentes fiscales.