La década de 2010 a 2020 bien podría ser recordada en el futuro como la de una gran revolución en cuestiones de seguridad pública y de identificación en las personas, ya que ahora podemos ser testigos de cómo han ido cambiando las políticas públicas al respecto, pero también podemos conocer cuáles son las tecnologías que se irán aplicando en los próximos años, y que culminarán con el uso de dispositivos de rastreo satelital a gran escala.

Poco tiempo ha pasado desde la aparición de las credenciales de identificación consideradas únicas, como la credencial de elector, aunque muchos cambios han tenido lugar en ese corto lapso. Aquéllas credenciales contenían la información de la identidad de una personas: su nombre completo, su firma, su huella dactilar y su domicilio. Está información se reservaba para los registros de votantes y su acceso era, supuestamente, muy restringido.

Actualmente, el Sistema de Administración Tributaria (SAT) de México, exige a las personas físicas emitir recibos que contienen un sello de seguridad que contiene su información tributaria. Al llevar a cabo el registro del contribuyente, se toma una impresión de su huella retinal, la cual es única como la huella digital. La medida forma parte de las nuevas política de recaudación tributaria, para evitar la evasión fiscal.

Las tarjetas de crédito también han aumentado sus candados de seguridad al incorporar un chip que sirve para validar la identidad del usuario y que contiene toda su información bancaria. También hemos visto la aparición de tarjetas de pago para distintos establecimientos, las cuales son una forma alternativa de disponer del dinero, no ya como efectivo sino como dinero o monedero electrónico.

Las tarjetas para utilizar los servicios de transporte público están siendo utilizadas cada vez más, sobre todo en la Ciudad de México, a tal grado que no sólo existe ya una tarjeta única para utilizar el Metro y el Metrobús, sino que los accesos de la nueva línea 12 del Metro utilizan únicamente estas tarjetas. Su aplicación es un paso más en la desaparición de los clásicos boletos de papel.

Dentro de pocos años, veremos cómo se comienzan a fusionar las distintas tarjetas y credenciales, de manera que una sola bastará para un gran número de propósitos, y existe la posibilidad de que incluso cuenten con un localizador satelital que permitirá localizar en todo momento a su portador.

Estas tarjetas (o chips) contendrán toda la información personal de la personas, así como sus datos bancarios y médicos, e incluso otro de tipo de datos como registro de antecedentes penales y situación fiscal, entre otros.