Los gerentes y supervisores de cualquier empresa buscan siempre que los ambientes de trabajo en sus oficinas sean los propicios para tener una buena productividad y mejores resultados en general. Muchos métodos trataron de implementarse como los días de campo o los intercambios de regalos en épocas festivas, pero no fue sino hasta la llegada de los talleres vivenciales que realmente se pudo hacer un cambio de perspectiva dentro de las oficinas.

Estos talleres ayudan a que se creen nuevas relaciones laborales que incluyan más el aspecto humanista que es el que -por increíble que parezca- más se olvida en los ambientes laborales. Uno de los mejores métodos para lograr que las personas se reconozcan como iguales es el taller de creatividad, en donde se rompen los esquemas grises y rígidos del trabajo y se les da la libertad de crear, innovar y crecer junto a sus compañeros.

Por estar en un ambiente ajeno al trabajo los empleados se dan la libertad de proponer y ser proactivos; es ahí en donde el empleador debe aguzar la mirada y descubrir nuevas capacidades y potencialidades en aquellos trabajadores que parecieran quedar rezagados. En estas actividades a veces se ha llegado a descubrir capacidades de trato con el cliente en personas que se mantenían organizando el archivo, pues sintiéndose en un ambiente más libre trabajan mejor.

Debido a que el ambiente en los talleres vivenciales es de desestrés y diversión, se da pie a que las rencillas personales se resuelvan, rencillas que en el ambiente laboral suelen resultar en bloqueos y ralentización del trabajo en general.

Las estrategias de team building tienen como objetivo ayudar al líder y a los mismos integrantes del equipo repensar su papel dentro de la organización empresarial, demostrar que cada talento tiene una inferencia en el resultado y que cada persona tiene algo importante qué aportar al equipo, por eso se llevan a cabo actividades de diferente índole para darle oportunidad a todos los elementos de resaltar en algo.

Generalmente los resultados después de una sesión en los talleres vivenciales es un ambiente de trabajo más tranquilo con personas más cohesionadas y proactivas que sienten que efectivamente forman parte importante de la actividad que desarrollan; al momento de sentirse identificados con la empresa, no requieren de tener a un supervisor que les exija un buen trabajo, los trabajadores por sí mismos reinventarán maneras de hacer que las cosas salgan viento en popa.