El nuevo sistema de facturación electrónica ha sido un tema muy controversial, más para aquellos contribuyentes que estaban completamente acostumbrados a utilizar solamente los medios impresos para llevar el control de sus transacciones, mucho se ha hablado del funcionamiento de este tipo de facturas, de qué tan beneficiosos son para los contribuyentes, si son más útiles para el SAT que para ellos, etc., lo que es cierto es que los expertos en el tema aseguran que con este nuevo modo de facturación será más fácil para los contribuyentes tener de vuelta el dinero de sus impuestos.
En un foro que se celebró con motivo de los nueve años de la factura electrónica, se dio a conocer que actualmente se emiten cinco mil millones de documentos fiscales digitales al año, para lo que existen aproximadamente 70 proveedores autorizados de las mismas que ayudan a la verificacion de comprobantes fiscales. Son más de 600 mil empresas que operan con facturas electrónicas.
A pesar de que algunas empresas aún cuentan con la versión más vieja de los comprobantes electrónicos, se empieza a llevar a cabo una campaña para que estas empresas se mantengan al corriente y actualicen sus CFDI SAT y de esta manera logren que las actividades que llevan a cabo con sus firmas electrónicas sean válidas y vigentes; se prevé que este proceso quede terminado para enero de 2014 para que todas las personas físicas y morales puedan hacer su declaración anual de ISR que debe superar los 250 mil pesos para que el contribuyente tenga que emitir su factura electrónica.
La utilización de estos sistemas de facturación es muy sencillo, solo hay que saber con quién debemos acudir para que validen nuestros sellos electrónicos, que ayudarán a que nuestras facturas sean validadas; atrás de cada firma electrónica hay una identidad fiscal que debe responder al nombre que se emite en cada uno de los CFDI.
No es necesario confundirnos, el CFD y el CFDI son casi los mismos, lo que se agrega son los timbres fiscales que algunas empresas a nombre del SAT nos autorizan para hacer válidos los comprobantes. Estas facturas no pueden ser clonadas por lo que es menos fácil caer en errores o en estafas al momento de entablar las relaciones con el auditor.
Ahora las facturas electrónicas no serán gratuitas, tendrán un costo que nosotros iremos regulando dependiendo de qué tanto las usemos.
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