Actualmente, las organizaciones tienen la obligación de controlar los niveles de contaminación sonora y del aire en los espacios de trabajo. Lo anterior a propósito de la prevención de riesgos que puedan derivar en la afectación de la salud de los trabajadores. Si me sigues hasta aquí, seguramente te estarás preguntado cómo se determinan los índices de ambos tipos de contaminación y cómo ésta perjudica el rendimiento de los empleados.
Con relación a la contaminación acústica, en México existe la norma NOM-081, que establece los niveles de ruido permitidos para espacios como casas, escuelas, salones para eventos, comercios o plantas dedicadas al trabajo industrial.
Lo anterior partiendo de la siguiente consideración manifiesta en el documento oficial de la norma: “La emisión de ruido proveniente de las fuentes fijas altera el bienestar del ser humano y el daño que le produce, con motivo de la exposición, depende de la magnitud y del número, por unidad de tiempo, de los desplazamientos temporales del umbral de audición. Por ello, resulta necesario establecer los límites máximos permisibles de emisión de este contaminante”.
De acuerdo con lo previsto, para cada espacio y situación se determina un nivel de ruido aceptable acotado en cierto horario. Así, encontraremos que el límite permitido no será el mismo para un centro recreativo que para una zona residencial y que los periodos también diferirán según sea el caso.
Otro asunto en el que las empresas deben tomar medidas de protección sanitaria es la calidad del aire en los ambientes de trabajo. Para este fin es indispensable el uso de espirómetros, que son aparatos empleados para analizar y aportar información sobre el estado de la salud respiratoria de los trabajadores, considerando variables como el volumen y la capacidad de los pulmones.
La espirometría (análisis que se lleva a cabo mediante estos instrumentos) se basa en la medición de la velocidad con que el aire entra a los pulmones y aquella con que regresa en la exhalación. Esta prueba puede arrojar información crucial a las empresas comprometidas con velar por el bienestar de su fuerza de trabajo.
Mediante el uso adecuado de este instrumento es posible detectar patologías como el asma, las enfermedades obstructivas crónicas y aquellas que se producen como resultado de la exposición a determinadas condiciones del aire. De ahí que resulte vital el que los análisis sean realizados por especialistas clínicos y que el equipo haya sido probado con anterioridad.
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