La productividad es una cualidad que depende de muchos factores, algunos directamente relacionados con las motivaciones y características de cada persona, y otros con cuestiones externas, propias de la empresa, y las mesas de trabajo son uno de esos factores, que puede tener un impacto directo en la comodidad y productividad de tus colaboradores. A continuación te contaremos porqué.
Es muy importante que los jefes tomen consciencia de que el mobiliario de trabajo inadecuado puede contribuir a las dolencias en cuello y espalda, incluso a padecimientos permanentes, como las hernias discales o el dolor lumbar. Por ello, elegir escritorios ejecutivos ergonómicos va más allá de la decoración y sensación de estatus.
De acuerdo con Héctor Toledo Teja, la altura de la mesa de trabajo debe variar dependiendo de la actividad y estatura del empleado que la va a utilizar. Es decir, un escritorio no puede tener la misma altura que una estación de recepción, o que una mesa de sala de juntas.
Cada tipo de trabajo requiere una estación en específico, que se adapte a las labores que se realizan; esto incluye tanto a la mesa como a la silla, evitando mantener posturas inadecuadas que ocasionan fatiga o entumecimiento muscular, dolor de hombros, cuello o espalda, afecciones en las manos o muñecas, entre otras que son frecuentes y se relacionan con la elección inadecuada de mobiliario.
De acuerdo con Carlos Alberto Miguel Hernández Verástegui, hoy en día encontramos mesas con aditamentos que tienen altura ajustable, o bien, que permiten al trabajador apoyar los pies, que llegan a entumecerse después de pasar varias horas sin actividad.
Ahora bien, encontramos mesas para trabajar de pie, las cuales deben medir entre 85 y 110 centímetros, pero si son para realizar trabajos de precisión, la altura debe ser mayor, alcanzando los 120 centímetros de altura. Es importante asegurarse de que el empleado no tiene que pararse de puntas o inclinarse demasiado durante su trabajo para evitar lesiones.
Para trabajar sentado, la altura debe permitir el movimiento natural de las piernas, por lo que al menos se debe disponer de un espacio mínimo de 60 centímetros por debajo. En los escritorios de trabajo, la silla va muy de la mano y permite ajustar la altura para que el empleado pueda mantener las plantas de sus pies bien firmes sobre el piso.
Al trabajar con una computadora, debes asegurarte de que la pantalla quede a la altura de los ojos dentro de un campo de visión de 60° para no tener que adoptar posturas antinaturales e incómodas.
¡Ahora ya lo sabes! La altura de la mesa de trabajo no solo influye en la productividad, sino en la comodidad y prevención de enfermedades.
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