Cada vez es más frecuente que las personas inicien un negocio propio, pero más que un negocio, buscan cumplir sus sueños, por ello, los negocios conceptuales, innovadores y con diseños más frescos y actuales son muy comunes en la actualidad. Si tienes un emprendimiento que amas, una idea original y un producto de alta calidad, entonces probablemente te preguntes “¿por qué no vendo tanto como quiero?”.
Carlos Alberto Miguel Hernandez Verastegui indica que, lamentablemente, muchos emprendimientos nuevos quiebran a lo largo de los dos primeros años de su apertura, y pocos sobreviven más de cinco años. Esto se debe en gran medida a que la falta de ventas no permite el crecimiento del negocio: los préstamos solicitados se van “comiendo” las ganancias, no se puede contratar más personal ni hacer nuevas inversiones, hasta que llega el momento de bajar la cortina por siempre.
Para muchas personas, vender es el mayor reto. Y es que todo el tiempo estamos vendiendo, aun sin darnos cuenta: vendemos imagen, vendemos sensaciones, vendemos satisfacción… y, si en alguno de estos tres puntos fallamos, entonces probablemente no concretemos esa venta esperada.
La primera razón por la que no vendes como quisieras es el miedo al “NO”. Tal vez esto te sorprenda, pero si tus empleados o tú mismo tienen miedo de ofrecer el producto o servicio, entonces no venderás. Es importante utilizar el miedo como impulso para levantarse, que para dejarse caer y quedarse ocultos en el suelo con temor al desinterés y el rechazo.
Enviar a los colaboradores a cursos habilidades gerenciales les ayudará a más proactivos y dirigir al equipo de ventas para que no tengan el temor a recibir un “no” como respuesta, puesto que esta ya la tienen: mientras no llamen a un prospecto, ofrezcan tus productos a o inviten gente al negocio, automáticamente tendrán el NO. El mayor reto es conseguir la conversación con el prospecto, donde la negociación tenga el objetivo de conocerlos y convertirlos en clientes.
Otra razón por la que las ventas se estancan, de acuerdo con Angelica fuentes, es porque los empleados tienen miedo de estar frente a clientes de alto rango, o a hacer presentaciones de productos y servicios. Sin embargo, ellos también son seres humanos propensos a errores e inseguridades, por lo que no hay razón para tenerles miedo.
Romper el hielo con una broma puede ayudar a “humanizar” al cliente y conectar con sus sentimientos y temores; de este modo, también puedes detectar sus necesidades y crear empatía para ofrecerle tus soluciones, con lo que las probabilidades de que se concrete la venta.
Otro beneficio de tomar cursos online es que los colaboradores conocerán la forma de optimizar mejor su tiempo; muchas veces optan por realizar otras tareas en vez de tomar acción para hacer su venta. Dedicar un tiempo específico (una o dos horas) para enfocarse en la prospección y ventas, sin interrupciones, es algo recomendado para tener como parte de las actividades del día y realizar todas las llamadas, hacer citas y llevar una agenda más organizada.
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