Estar en una oficina en el entorno de trabajo puede llegar a ser conflictivo por la diferencia de personalidades y maneras de expresarse tan distintas que coexisten en esos lugares, es por eso que muchas personas no logran adaptarse totalmente al espacio y prefieren trabajar desde casa, sin embargo hay otros que no tienen opciones mas que intentar una buena relación con sus compañeros. La comunicación directa y efectiva puede ayudar en más de un ámbito de la vida, pues enviar el mensaje exacto que queremos enviar no es tan sencillo como podría parecer.
Cuando se habla de comunicación efectiva se habla de algo más que poder comunicarse con los compañeros de todas las áreas; uno puede ser muy agradable sin realmente cumplir el objetivo de transmitir un mensaje, por lo que se debe encontrar la manera de ser asertivos y concisos al hablar.
Algunos consejos para conseguir la comunicación efectiva en el trabajo son:
Tener claro lo que queremos decir y ser breves. Si no sabemos con claridad lo que vamos a decir, tendemos a titubear o dar muchos rodeos lo que provoca que las personas se sientan un poco desconfiadas.
De más a menos. Aunado al punto anterior, debemos priorizar los temas de más relevancia para que podamos empezar por ahí, una vez expresado el punto importante la persona de va formando una idea de lo que vamos a hablar y presta atención.
Escucha. Escuchar es una parte muy importante de comunicar; si nosotros escuchamos a la persona que nos habla, la persona se sentirá en la obligación de hacer lo mismo con nosotros. Parte importante de este punto es entender que el cuerpo también habla y si estamos escuchando a la persona con los ojos pero moviendo las manos o los pies, pueden sentirse apurados.
Hacer preguntas abiertas. Durante el discurso que demos, debemos dar tiempo para que las personas interactúen, esto es un punto muy importante de hacer interesante la comunicación. Preguntas como “¿algún punto que les gustaría tocar” o “¿alguna duda?” pueden ayudar mucho.
Cosas positivas para que sean más sencillas de escuchar. A menos que el motivo de nuestra plática sea dar una mala noticia, debemos concentrarnos en no dar críticas ni mencionar los puntos negativos, y de mencionarlos, tocarlos como “áreas de oportunidad” para que no se sienta tan agresivo.
Comunicarse correctamente es todo un arte y es uno muy especial que pocos dominan; lo que es cierto es que todos lo pueden dominar si se comprometen a seguir los puntos antes mencionados.
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