Por: Isabel Gonzalez Tellez
Cuando tenemos un negocio propio, no todo son ganancias, éxito e inversiones; una de las principales fuentes de pérdida de flujo económico son los gastos operativos que a la larga pueden mermar las finanzas de la empresa, por lo cual debemos conocer algunas formas para medir y controlar estos gastos.
- Desarrollar una cultura corporativa de control de gastos
Como directivos, se recomienda instruir a los trabajadores para la creación de un proyecto de ahorro y reducción de costos, que permita un mejor control de los gastos operativos, por lo que revisar a consciencia cuáles son los gastos fijos, los días de pago y detectar aquellos gastos en los que podemos hacer una reducción que no afecta al trabajo ni rendimiento de la empresa es el primer paso.
- Priorizar los gastos de la compañía
Adquirir solo los productos y servicios realmente necesarios para el negocio es indispensable para no afectar las finanzas de la empresa; mientras salimos a flote de una mala racha o echamos a andar el negocio, podemos prescindir de gastos innecesarios como programas de fidelización, artículos promocionales o algunos otros lujos innecesarios en la oficina.
- Una mejor gestión con los proveedores
Muchas veces la amistad se confunde con el negocio, especialmente con los proveedores -que tienen grandes habilidades para vender lo que a ellos les sobra y a nosotros no nos falta-, ya que contar con muchos proveedores de diferentes productos dificulta la oportunidad de unificar las compras y negociar mejores precios.
- Comparar precios
De la mano con el punto anterior, ya que los proveedores siempre conocerán mejor el mercado que un ejecutivo o un vendedor encerrado en su negocio. Con esta premisa en mente, dejemos de asumir que nos ofrecen el mejor trato y comparemos precios con opciones en Internet, coticemos con otros proveedores o establecimientos comerciales hasta encontrar al que realmente nos ofrece la mejor opción.
- Aprovechar ofertas
Cuando encontremos ofertas o descuentos en productos se recomienda aprovecharlos y adquirir más de lo que compraríamos normalmente, ya que los proveedores fijan sus precios en función del mercado, por lo que más adelante podemos encontrarlo a un precio mayor. Aquellos que compran los mismos productos y las mismas cantidades al año, pueden estar pagando demasiado.
- No aceptar fácilmente un aumento de precio
Los proveedores suelen subir los precios en función del mercado, sin embargo debemos asegurarnos de que los precios realmente se disparan por cuestiones que no tienen control por el proveedor. Solicitemos transparencia en la información y una vez más, comparemos precios.
- Medir constantemente los resultados
Después de implementar un programa de control de gastos, se recomienda medir los resultados comparando el antes y después, tomando en cuenta el impacto en las ventas de modo que se pueda relacionar el descenso en las ventas con la disminución de costos o viceversa. De este modo podemos intervenir y volver a cambiar las políticas de gastos hasta encontrar el punto adecuado.
Los malos hábitos en control de gastos operativos y relación con los proveedores pueden provocar el fracaso de nuestro negocio; evitar reincidir en las prácticas nocivas nos ayudará a mantener unas finanzas más limpias y eficientes.
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