Justo antes de que termine la administración del presidente Felipe Calderón, la discusión acerca de los apoyos del gobierno federal para las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) se reaviva, pues a decir del propio gobierno, este sexenio ha sido el que más ayuda a prestado al sector, mientras que para otros se sigue padeciendo de falta de sensibilidad hacia los empresarios y los emprendedores.
De acuerdo con Bruno Ferrari, Secretario de Economía, la administración anterior destinó 4 mil 868 millones de pesos en apoyos para el sector, mientras que la que está por terminar canalizó 34 mil 453 millones por el mismo concepto, lo cual representa un incremento del 608 por ciento.
También se duplicó el índice de supervivencia de los negocios, ya que en 2006 sólo 4 de diez mipymes lograban consolidarse después de tres años, en cambio, en 2012 son ocho de cada diez los que alcanzan la solidez para continuar operando.
Las pymes representan el 98 por ciento de las empresas que existe y operan en el país, además de que generan ocho de cada diez empleos formales. Su participación en el Producto Interno Bruto (PIB) es del 52 por ciento, lo que las convierte en el sector que más aporta en cuestión de ingresos tributarios y como fuente de empleos número uno en el país.
Debido a su importancia, tanto académicos como representantes del sector empresarial reconocer que aún falta mucho por hacer para lograr que las empresas pequeñas y medianas logren la autosuficiencia y sean capaces de sobrevivir sin el apoyo constante del gobierno federal.
Entre los retos que se plantean a la administración entrante está la de liberar parte de la carga tributaria que recaer sobre el sector, ya que son éstas empresas las que se consideran cautivas del sistema de recaudación, mientras que otros negocios de mayor tamaño y que cuentan con ingresos muy superiores no pagan impuestos, o pagan muy pocos.
Otra de las dificultades del sector es la falta de capital y el acceso limitado a los créditos bancarios. La banca comercial no tiene entre sus prioridades apoyar la creación de nuevas pymes, ni de aportar capital de inversión para el crecimiento y desarrollo de las ya existentes, estando más enfocada en otorgar créditos al consumo.
Por otra parte, si bien se han eliminado muchas restricciones al comercio exterior, aún falta trabajar por la liberación de aranceles y simplificar los mecanismos de exportación, para que los empresarios mexicanos puedan acceder al mercado mundial y competir con los productores de otras regiones del mundo.
Articulo cortesía de: http://notasdeprensa.com.mx/
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