En Uruguay el gobierno ha tomado consciencia de lo importante que es que las empresas cuenten con desfibriladores en sus instalaciones, así como de la capacitación del personal para poder brindar una atención efectiva en los casos de accidentes provocados por enfermedades cardiovasculares, que pueden atenderse con un desfibrilador y salvar una vida.
Las enfermedades cardiacas han sido la causa principal de muerte, tanto en Uruguay como en otros países del mundo en los últimos años. De acuerdo con los expertos en cardiología, muchas de las muertes causadas por paros cardiacos pueden evitarse con el uso de un dispositivo electrónico portátil llamado Desfibrilador Automático Externo conocido también como DAE; los DAEs ayudan a la persona que brinda el auxilio a diagnosticar el estado cardiaco del paciente, verificar si requiere de una descarga eléctrica para tratar el paro cardiorrespiratorio del paciente y restablecer un ritmo cardiaco normal o si sólo requiere RCP. El acceso rápido al desfibrilador es un factor vital en la ayuda ante un paro cardiaco pues las posibilidades de que el paciente sobreviva van disminuyendo con cada minuto que pasa entre el accidente cardiovascular y la desfibrilación y, si la atención tarda mucho y el paciente sobrevive puede tener daños ocasionados por la falta de oxígeno en el cerebro.
Es por ello que en Uruguay, por ley y Decreto Reglamentario se estableció el uso obligatorio de desfibriladores en las instituciones, así como la capacitación en el uso de los mismos de al menos el 50% del personal, con el objetivo de aplicar una desfibrilación oportunamente cuando se presenten casos de paros cardiacos.
El uso obligatorio de desfibriladores no es una medida propia de Uruguay, es una tendencia mundial que en países como España, México y Estados Unidos ya establecieron con el acceso a desfibriladores en lugares abiertos al público. Además, la adquisición de desfibriladores es una medida preventiva pues ya se han presentado en casos de demandas interpuestas por familiares de personas fallecidas a causas de paros cardiacos en contra de aerolíneas que no contaban con desfibriladores cuando se presentaron paros cardiacos.
A nivel mundial Se ha planteado la importancia de la capacitación del personal para el uso de desfibriladores, pues habrá más posibilidades de salvar vidas cuando se presenten accidentes entre mayor cantidad de personas capacitadas.
Aunque la capacitación para usar un desfibrilador requiere de un entrenamiento mínimo, su uso tiene altas probabilidades de éxito al salvar la vida del paciente; la importancia de contar con un desfibrilador en una empresa se compara con la necesidad de contar con un extintor para casos de incendios.
En Uruguay las instituciones obligadas a contar con un desfibrilador son las que exploten o administren espacios públicos o privados en los que exista una afluencia de público diaria de 1,000 personas o más, como edificios públicos, hoteles, lugares de trabajo y que se ubiquen en regiones asistidas por sistemas de emergencia médica avanzada. Si dichas instituciones no contaran con sistemas de emergencia médica avanzada y circulan al menos 200 personas en sus instalaciones, deberán contar con un desfibrilador. Del mismo modo, los medios de transporte público con capacidad de 80 personas y las unidades de patrulla caminera deben contar con desfibriladores.
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