El aroma de las galletas recién horneadas, el olor a tierra mojada, la fragancia seductora del café… muchos son los aromas que nos seducen y despiertan diferentes sensaciones, que pueden aplicarse dentro del marketing. Nuestro sentido del olfato tiene características más finas que la detección de olores, gracias a la memoria olfativa podemos asociar aromas con recuerdos, personas, momentos y marcas. Los expertos en marketing olfativo conocen este hecho y han desarrollado diferentes estrategias para crear el odotipo (logotipo olfativo) ideal para cada empresa, de modo que cuando el consumidor perciba determinado aroma, recuerde su marca favorita.

El olfato tiene una relación directa con el sistema límbico cerebral, en especial con la amígdala y el hipocampo, que ejercen roles esenciales en los procesos de memoria. El marketing sensitivo ha buscado diferentes formas de grabar mensajes en la memoria del consumidor y de ganarse su preferencia, por lo cual el marketing olfativo se ha investigado durante varios años para encontrar los siguientes resultados:

  • La memoria olfativa es más emocional por la acción del bulbo olfatorio, estructura cerebral encargada de procesar la información enviada por los olores que se reciben a través de los epitelios olfatorios (ubicados en el interior de las fosas nasales) que captan los olores y envían señales eléctricas al bulbo olfativo.
  • El bulbo recibe la información del olfato y la distribuye por el sistema límbico, que lo relaciona con un recuerdo.
  • Los aromas pueden evocar emociones, situaciones y generar sensaciones positivas.
  • Los seres humanos formamos memorias olfativas desde antes de nacer, nos ayuda a identificar los objetos dañinos (como el amoniaco, el humo o la comida descompuesta), generando una experiencia desagradable. Del mismo modo, los olores agradables para un bebé en el útero pueden servir para calmarlos posteriormente.
  • Los aromas pueden despertar sensaciones como apetito, no es coincidencia que muchas cadenas de cafeterías o restaurantes ejerzan tanta influencia en sus clientes por olores característicos; incluso en los parques de diversiones más famosos del mundo se utiliza el olor a palomitas.

La mayoría de las personas poseemos muchas memorias asociadas a ciertos aromas, a menos que existan problemas con el sentido del olfato; muchos de estos recuerdos son inconscientes, pero ejercen gran influencia en nuestra toma de decisiones tanto en sentido comercial como en el personal.

Utilizar las estrategias del marketing olfativo puede ayudarnos a incrementar las ventas en nuestro negocio, ganarnos la preferencia de nuestros clientes, atraer la atención hacia productos nuevos, entre muchos objetivos más; sin embargo se recomienda ponerse en manos de profesionales, ya que el uso indiscriminado de aromas puede traernos efectos contraproducentes, se requiere de una investigación especial antes de aplicar las diferentes estrategias del marketing de aromas.