Proteger el medio ambiente es una tarea que todos tenemos y en la cual podemos contribuir desde casa, ya sea reciclando, separando la basura, plantando un árbol y demás acciones en pro de la ecología. No obstante, esto adquiere una mayor relevancia dentro de las industrias, ya que son ellas las que generan gran parte de la contaminación de aguas y suelos en el planeta.

Así, el tratamiento de residuos industriales debe ser de gran relevancia dentro de las estrategias de producción de toda fábrica, pues de la misma manera en que se cuida minorizar gastos para su operación es conveniente que cuenten con un plan definido para el tratamiento o confinamiento de sus materiales de desecho.

Ejemplo de esto son los planes de recuperación de solventes, los cuales permiten que productos de esta clase sean reciclados una vez que han sido empleados en actividades de limpieza de maquinaria y equipo industrial.

Siguiendo de esto, químicos de gran demanda como el thinner estándar pueden ser renovados después de su uso a través de procesos de refinamiento que permiten volverlos a emplear para la producción de nuevos solventes o como aditivos en mezclas para combustibles alternativos.

Este proceso parte desde la recolección y el almacenamiento en contenedores con características especiales que incluyen válvulas de alivio para evitar que los vapores que desprendan los solventes generen presiones excesivas que originen explosiones y accidentes.

Posteriormente, ya en la fase de tratamiento, son depurados en primera instancia por medio de separación mecánica, con la cual se logra remover sólidos y agua suspendida en los solventes, esto a través de métodos de destilación y decantación.

Una vez hecho esto, las sustancias obtenidas atraviesan un proceso de destilación, salvo aquellas que serán destinadas a la fabricación de combustibles, para las que no es necesario este paso.

En cuanto a aquellos cuyo fin sea el de reutilizarse como solventes reciclados, es imprescindible recurrir a una última fase de purificación, en la cual son nuevamente tratados por decantación o por medio de “salting”, técnica que consiste en hacerlos circular en un lecho de cloruro de calcio donde los residuos de agua aún presentes son eliminados por absorción.

Cabe destacar que después de la purificación, algunos tipos de disolventes pueden perder su facultad de tamponar, por lo que es preciso estabilizar su pH con otras sustancias para que mantenga sus propiedades.

Dicho esto, sólo resta mencionar que el promedio de recuperación de solventes ronda entre el 70 y 75 por ciento, por lo que no sólo es una medida bastante benéfica para el medio ambiente, sino que también resulta en un negocio rentable.