Sin duda alguna, las ventas son el motor de las empresas; sin clientes no existe un negocio, no es posible pagar la nómina ni seguir adelante con un proyecto de trabajo. Sin embargo, las ventas pueden generar ansiedad y estrés a los colaboradores enfocados en esto y son las principales razones por las que deciden abandonar su trabajo. Hoy daremos algunos tips para enfrentar y superar estos obstáculos.

Tal vez te identifiques con esta situación: una persona te pide una propuesta, cotización o el precio de un servicio, envías tu propuesta y… nada, te quedas sin respuesta. Sabes que sí leyó tu correo, o que recibe tus mensajes de WhatsApp y tus llamadas, pero que decide no contestarte ni decirte las razones por las que no va a contratar tus servicios o comprar tus productos. El no saber qué provocó la falta de respuesta te impide mejorar tus propuestas, el precio o la calidad de tu atención. Sin embargo, es importante evitar la frustración y la auto tortura tratando de adivinar las razones de tu prospecto para rechazar la propuesta.

Los clientes hacen todo menos permanecer estáticos, por ello, emprendedores y empresarios deben mantenerse actualizados constantemente para aportar beneficios a la organización; capacitar al equipo con un taller de ventas les ayudará a hacer más rentable su departamento, pero también a tener mayor satisfacción en el trabajo.

A través de la capacitación empresarial es posible resolver problemas como la falta de comunicación, un bajo desempeño de los colaboradores, errores en los procesos, entre otros que provocan que la productividad se vea disminuida, y que propicien problemas con la atención al cliente.

En general, cuando escuchamos sobre capacitación laboral pensamos en sesiones de trabajo para adquirir conocimientos, desarrollar habilidades o conocer nuevas tareas para el puesto de trabajo, sin embargo en la actualidad han surgido nuevos modelos de enseñanza en este ámbito, como el curso de liderazgo que ayuda a que los directivos, managers o cabezas de departamentos potencien sus habilidades para guiar a su equipo de trabajo hacia acciones más exitosas para la empresa, pero también para que sean más resilientes frente a la ansiedad provocada por una baja en ventas, por la negativa de los clientes, entre otros escenarios.

“Renovarse o morir”; hoy más que nunca las empresas enfrentan grandes retos para su crecimiento y tener un departamento de ventas fortalecido es indispensable para unas finanzas más saludables.