Estamos a muy pocos días para que finalice el año y si bien esta época para muchos significa una temporada de fiestas, diversión y convivencia, para muchos más es un tiempo de estrés, cansancio y agotamiento extremo por las actividades en el ambiente laboral o las presiones sociales. De acuerdo con especialistas existen algunos motivos por los que a final de año las personas pueden sentir que pierden la cabeza.

Algunas de ellas pueden ser porque tienen la sensación de no haber cumplido las metas que se propusieron en el año. Otra causa es que hay una presión por cerrar temas importantes como balances, evaluaciones de desempeño o algunos proyectos. Incluso también por causas sociales que tienen que ver con decisiones cómo qué hacer durante las fiestas o la presión de cerrar con una gran actitud el año para empezar el siguiente con muchas metas y buenos deseos.

Si sientes un estrés particular durante estas fechas, te damos algunas recomendaciones para que tengas un cierre de año sin tanta presión y puedas disfrutar el momento.

1.- Organización previa: la organización puede ser clave para no tener momentos de estrés. La recomendación es no dejar todo para último momento, lo mejor es planificar el último trimestre del año y los dos primeros meses del siguiente para tener un colchón de tiempo definido. Es importante que todo equipo de trabajo esté alineado a estas metas y que se lleve un registro el cumplimiento de los objetivos.

2.- Distinguir lo importante sobre lo urgente: cuando te plantees metas hazlo basadas en el propósito global que se desea obtener. Lo mejor es tener un balance en la administración entre lo urgente contra lo importante para no generarte tú mismo una presión extra.

3.- Ser consciente de los tiempos: algo que es muy real es que el tiempo no te alcance para terminar todo lo que tienes pendiente, lo cual no debe ser un pretexto para no terminar tareas pero sí debes distinguir entre aquellas actividades que no pueden prologarse, de aquellas que puedes dejar a inicio de año o incluso delegarlas a alguien más.

4.-Balance positivo: es natural que dentro de los retos que enfrentaste hubo aspectos negativos, cuando hagas el balance del año procura centrarte en todo lo positivo y aquellas que no salieron como deseabas plantéate qué fue lo que aprendiste de ellas y cómo las resolverías de mejor manera en la siguiente ocasión.