Para quienes deciden emprender, la vida laboral se convierte desde el minuto cero en algo parecido a un campo de tiro. Diseñar la estrategia de posicionamiento es reconocer el blanco; aspirar a la preferencia del mercado es apuntar, y consolidarse es acertar.

En términos de mercadotecnia, las etapas de este proceso pueden describirse en dos momentos: primero hablaremos de la Segmentación del Mercado, cuya función es agrupar a los potenciales consumidores a fin de entender cuáles son sus necesidades y satisfacerlas. En segundo lugar, es posible identificar todas las acciones encaminadas a la construcción de lealtad hacia la marca.

Posicionarse y permanecer son aciertos que llevan a una empresa hacia el éxito, pero vayamos por partes, a cada uno se llega a través de las estrategias de segmentación y medición de lealtad que describiremos brevemente a continuación.

Existen cuatro tipos de segmentación:

  • Geográfica: cuando lo que se toma en cuenta para definir cuál será tu mercado meta, es el espacio físico en el que éste se sitúa.
  • Demográfica: cuando los criterios de agrupación se refieren más bien a características como la edad, nivel de escolaridad o ingresos de quienes integran el segmento.
  • Psicográfica: cuando se toman en cuenta aspectos como la personalidad, intereses y estilo de vida de los individuos.
  • Conductual: finalmente, la segmentación puede ser cuando parte de un análisis del comportamiento del consumidor en relación con la marca. Esto se obtiene de la observación de las reacciones del cliente ante el precio del producto o servicio, su función y calidad y la frecuencia con que lo adquieren o solicitan.

Tras establecer estas clasificaciones, tendrás una visión clara de qué ofrecer a tu mercado. Sin embargo, esto no será suficiente para mantener su preferencia, pues en este punto resulta imprescindible conocer su opinión y medir su fidelidad.

Tal medición se logra aplicando la fórmula NPS (Net Promoting Scores), traducida como “marcador de promoción neto”. Este método de evaluación permite clasificar a los consumidores a partir de la pregunta: “¿Recomendaría nuestro producto o servicio a un amigo?”. La respuesta se interpreta en una escala numérica del 0 al 10, cuyo análisis estadístico mostrará cuántos detractores, consumidores pasivos y promotores tiene tu marca y cómo hacer para mejorar la experiencia de consumo de los dos primeros y convertir en aliados permanentes al resto. Lo anterior a propósito de lograr la consolidación de tu negocio… dar en la Diana, como suele decirse.