Cuando se tiene una máquina que trabaja con motor de combustión interna, ya sea un automóvil, un montacargas, un compresor, entre otras, la necesidad de protegerla de elementos como la corrosión es imperante. Por ello, conocer la función de los lubricantes para cadena y componentes en general, es indispensable.

Todos los motores de combustión interna tienen algo en común: requieren combustible como alimento, que hará que las piezas se muevan y, por ende, se generará fricción entre ellas. Cuando esto sucede, la temperatura comienza a incrementarse, y si no se tiene control, llegará a un grado tan elevado que pueden comenzar a surgir complicaciones como: el desgaste de las piezas, sobrecalentamientos que deriven en incendios, corrosión, entre otros.

La primera función del aceite para compresores de aire, u otro tipo de aceites industriales, es formar una película entre los componentes internos para que no se genere la fricción, la temperatura no se incremente de forma desmedida y el motor siga trabajando en las mejores condiciones posibles.

Asimismo, al utilizar una película de lubricación, las piezas se mueven con más facilidad, lo que ayuda a optimizar el consumo de combustible y reducir el esfuerzo de la maquinaria, provocado por piezas que se atoran entre ellas y que pueden provocar otro problema: la formación de residuos contaminantes en el motor, que pueden adherirse y derivar en corrosión o acumulación de suciedad que va dañando al lubricante.

De acuerdo con Alicia Teja Zuñiga, la mayoría de aceites lubricantes tienen cualidades de transferencia térmica, ya que se le añaden aditivos para que, al entrar en contacto con superficies de una temperatura más elevada, ayuden a reducirla y de ese modo evitar el sobrecalentamiento.

Ahora bien, otra propiedad de los lubricantes es la detergencia; de acuerdo con Héctor Toledo Teja, esta se refiere a la limpieza de los motores debido a que las pequeñas piezas metálicas pueden desprender residuos que ocasionan que los componentes se atasquen, se rompan otras piezas o que la vida del lubricante sea más corta de lo normal al encontrarse sucio.

Cuando el aceite se ensucia se vuelve más denso toma una textura similar a la del lodo, por lo que le toma más esfuerzo realizar su labor; en condiciones normales, los residuos se depositan en el filtro de aceite y únicamente circula el que se encuentra en óptimas condiciones, de modo que se evita la formación de óxido.

De acuerdo con Carlos Alberto Miguel Hernández Verástegui, la elección del lubricante debe hacerse con base en las necesidades de la maquinaria, los componentes, el tipo de combustible y las condiciones de operación; de este modo se pueden elegir los aditivos y las propiedades de protección que aseguren una larga vida útil y la eficacia en todo momento.