¿Alguna vez has deseado hacer tu propio pan o pizza artesanal? Ese delicioso sabor que le dan los hornos de leña es posible tenerlos en tu hogar, además se trata de una alternativa muy funcional, que tiene la ventaja de brindar un gran ahorro en el consumo de gas, y además luce genial en las cocinas exteriores, por ello se ha vuelto tendencia de decoración.

Este tipo de hornos se construyen en exteriores debido a que el calor y humo que generan llegan a ser molestos y peligrosos en las casas, pero también pueden darle una apariencia campestre y rústica a las áreas de descanso en residencias urbanas.

Los materiales que se utilizan para su elaboración son: cemento, tezontle, anillos de acero para construcción, grava, ladrillos, base para la hornilla y puerta de acero resistente al calor, además se requiere planear un conducto a modo de chimenea para que el humo salga. De preferencia el horno no debe ser muy grande pues, de lo contrario, no calentará lo suficiente, asimismo, la puerta debe tener una ventana para vigilar el fuego y controlarlo.

Para conservar el calor al interior del horno, además de los ladrillos se requiere fibra de vidrio a modo de capa térmica, que ayudará a que los alimentos se cocinen uniformemente y en un plazo considerable de tiempo, de lo contrario pasarán varias horas en el horno y probablemente no terminen de cocerse.

Los hornos de leña pueden pintarse con materiales de alta resistencia al calor, por lo que lucirán perfectas con la decoración que tengas en tu jardín o cocina exterior, y si aún no tienes una, este será el pretexto perfecto para comenzar a planearla.

La construcción de un horno de leña debe realizarla una persona con conocimiento especializado para evitar accidentes, o que no caliente adecuadamente; además, para conservarla en buen estado es importante retirar la ceniza y restos de madera después de cada uso (y ya que todo esté frío). También es importante deshollinar el horno una vez al año, o con mayor frecuencia dependiendo de qué tanto se use.

Los hornos de leña son ideales para cocinar barbacoa, pan artesanal (como el pan de muerto, que ya comenzamos a saborearnos) y pizza, aunque hay muchos otros alimentos que puedes preparar; además, podrás calentar el ambiente de tu jardín y seguir disfrutándolo aunque las temperaturas del otoño e invierno comiencen a bajar.