El mantenimiento preventivo de las maquinarias de transporte, así como cualquier otro equipamiento, es fundamental para prolongar su durabilidad, asegurar que su funcionamiento sea eficiente durante la realización de sus funciones.

De acuerdo con Angelica fuentes, hay muchos beneficios de efectuar programas de mantenimiento de forma programada y periódica; los principales son que ayudan a que la máquina cuente con un tiempo de vida más largo, además es una forma de evitar accidentes y optimizar el tiempo para realizar las actividades, ya que al no haber descomposturas frecuentes, que ameriten reparaciones extensas, la maquinaria se encontrará siempre disponible.

Desde hace varias décadas, el mantenimiento de cualquier maquinaria se ha considerado básico y absolutamente indispensable en cualquier cadena productiva; no es normal encontrarse con maquinaria operando en condiciones inadecuadas, ya que esto podría traer riesgos estratégicos en toda operación. Si la maquinaria es nueva, solo basta con seguir todas las indicaciones y los periodos de mantenimiento, y si es de modelos más antiguos puede mantenerse en buenas condiciones por más tiempo.

Cuando los equipos son viejos o usados, la recomendación es que se realice un check-up cada 500 horas de uso, sin embargo esto puede variar dependiendo de la marca, el modelo y las condiciones de cada equipo.

Los apiladores y montacargas eléctricos son máquinas ligeras impulsadas por baterías recargables, los cuales tienen el beneficio de que se puede recargar la batería conectándola a un enchufe de pared de 110 voltios, por lo que los programas de mantenimiento son más espaciados y sencillos al no tener un motor de combustión que genere contaminantes.

Tanto los apiladores como los montacargas trabajan de forma vertical, aprovechando el espacio de almacenamiento, pueden levantar mercancía de varios cientos de kilogramos de peso, por lo que son ideales para cargar o descargar los remolques.

El mantenimiento industrial debe ser programado, de modo que quede  dentro de un programa concreto de actuaciones en los que estén claramente definidas las intervenciones a realizar, con las medidas correctivas si se detectan problemas.

El mantenimiento preventivo forma parte de la seguridad de los equipos, minimizando la posibilidad de que se presenten averías peligrosas, por lo que debe ser parte del programa de prevención de riesgos laborales. Durante estas acciones se puede identificar puntos a mejorar, componentes en estado crítico y que requieran actualización o mejora en el diseño o en los materiales, esto nos permite incrementar su eficacia para conseguir una reducción en los costos del mantenimiento.